En 1993 se estrenaba Pesadilla antes de Navidad, una película que hasta día de hoy sigue haciendo las delicias de los fans de Tim Burton.
Y en junio de este año se estrenó Los mundos de Coraline una película a la que probablemente acudieron muchos fans (y otros no tan fans) de Tim Burton atraídos por la frase "del director de Pesadilla antes de Navidad". Pobres, la mayoría de la sala no sabía que el director de Pesadilla antes de Navidad no es Tim Burton, como buenamenente creen la mayoría de los mortales, sino Henry Sellick, un hombre que es una copia calcada a Jack Skelleton.
Pero ahora hablemos de la película que nos concierne, Los mundos de Coraline.
Antes de ver la película me había leído el libro, del mismo nombre, el cual no me gustó demasiado: Era tonto, raro y estaba mal escrito.
Pero aún así tenía ganas de ver la película, sobre todo si la veía en 3D.
El filme tiene una esencia burtoniana pero aplicada a la visión de Selick. Aún así, no tiene ni punto de comparación con Pesadilla antes de Navidad.
Pero la mayor proeza del guionista y del director es haber creado una película mejor que el libro en el que se han basado, sobre todo por la creación de un nuevo personaje que hace que la historia sea más ágil.
La película cuenta la historia de una chica que acaba de mudarse de casa, dejando atrás a sus amigos, que se encuenta en un pueblo anodino. Para matar el aburrimiento comienza a explorar, y por consigueinte comienzan a suceder cosas extrañas que le llevan al descubrimiento de un mundo paralelo mucho mejor que el real. Lo que no sabe Coraline es que es muy difícil salir.
También me impresiona la animación con la que ha sido realizada, que parece una mezcla entre las marionetas de Pesadilla... y las películas de animación en 3D.
A pesar de ello la película es algo aburrida pero que se salva con las escenas cómicas que pululan por el filme, además de la excelente 3D que hace que la película sea todo un espectáculo.
