Alicia en el País de las Maravillas, la última película de Tim Burton, acaba de desembarcar en los cines españoles. La acogida en las salas ha sido espectacular: La recaudación en las salas del primer fin de semana ha superado a la taquillera Avatar.
La película no se basa en la novela homónima de Lewis Caroll sino que se han cogido los personajes del primer libro para crear una aventura completamente nueva. Podrían haber adaptado el segundo libro – Alicia a través del espejo – a la pantalla, pero supongo que fue porque no es tan mágico como el primero. De todas formas, esto de inspirarse en novelas para crear películas no es nuevo en el séptimo arte: Hook. El Capitán Garfio (1991) de Steven Spielberg es un buen ejemplo de ello.
Escribir esta crítica sobre la película es ésta vez una tarea aun más ardua que cualquier otra. El filme me entretuvo pero me decepcionó al mismo tiempo. Burton se aleja de las películas a las que nos tiene acostumbradas para presentarnos una más de corte comercial para intentar contentar un poco a todos. Yo creo que podría haberlo hecho mucho mejor porque no veo su presencia en la película con tanta claridad como en otras. Le falta ritmo, chispa y una historia menos repetitiva.
En el ámbito de las interpretaciones, nos encontramos a un siempre magnífico Johnny Deep en el papel del Sombrerero Loco. Un papel pequeño pero correcto. Anne Hathaway también destaca dentro del reparto. Me sorprendió mucho su interpretación y teniendo en cuenta que no me gusta como actriz creo que es todo un logro. ¡Felicidades!
En cuanto al 3D, no está muy bien conseguida la visión estereoscópica. Pusieron el 3D en la sala de montaje, así que el 3D muchas veces se ve como si fuera un diorama. Sin embargo, en algunos momentos realmente merece la pena. Yo tuve la oportunidad de verla en IMAX y la recomiendo si no te importa gastarte doce euros, a pesar de que he visto películas con más calidad en este cine.
Ahora aprovecha para ir a verla al cine. Ya sabes que nunca se llega tarde si se camina lo bastante.
