domingo, 17 de mayo de 2009

"ANGELES Y DEMONIOS", DE RON HOWARD


Si algo sabe Ron Howard (Oklahoma, 1954) es que muy probablemente pasará a la historia del cine como la persona que dirigió El Código Da Vinci. Y es que fue probablemente el éxito que obtuvo en las taquillas de medio mundo la razón para que Ángeles y Demonios se convirtiera en película.

El esquema de la película es similar a El Código Da Vinci: Robert Langdon, una bella partenaire femenina, religiosos malvados que conspiran contra el mundo y mucha acción. Sin embargo está película, a diferencia de El Código Da Vinci, está película no viene acompañado por la comitiva de la polémica que se creo en torno a El Código Da Vinci, probablemente porque los espectadores hayan descubierto que lo que se dice en el libro no daña a nadie ni a nada, y que hay es una ficción simplemente.

En principio, la película es más entretenida que El Código Da Vinci: Hay más acción, está ambientada en la ciudad eterna, hay una bomba de por medio, etc. Pero, sin embargo, El Código Da Vinci sorprendia más al espectador porque la trama estaba continuamente dando giros, sin embargo en esta hay practicamente un giro trascendental en la trama, quizás un poco tardío, pero que no se suele dar en filmes blockbusters.

Para mí la estrella de la película no es Tom Hanks, muy soso en su papel de Robert Langdon para mi gusto, ni siquiera Ayelet Zurer sino el británico Ewan McGregor, que está totalmente metido en su papel: Como mueve las manos, como mueve los párpados, etc. ¡Es fantástico!

Sólo me he leído un par de páginas de Ángeles y Demonios, pero como espectador he podido observar que está muy bien adaptado aunque quizás el final de la película tendría que haber llegado antes.

La pena es que no se puedo rodar en las estancias vaticanas, pero el resultado final ha sido impresionante.

Para aquellos amantes del cine de acción, con religión de por medio, y del thriller palomitero. Estén atentos durante toda la película porque se pueden perder, sobre todo al principio.


1 comentario:

Miguel dijo...

Antes de nada, diré que esta película es de acción y punto. La trama religiosa es de una importancia relativa. Como película de acción funciona. El argumento del libro queda explicado bastante mal. Las interpretaciones son flojas, Ewan MacGregor lo puede hacer mucho mejor. La Iglesia ha hecho bien en apartarse de controversias, pues no las hay. Como bien dice el bloggero, es un entretenimento de palomitas, porque la película no tiene nada que digerir.