Quizás sea por la edad, o por el tiempo que ha pasado desde que empecé a leer sus libros, pero el casó es que ya no me gustan los libros de Laura Gallego. Todo empezó cuando me leí Alas de Fuego novela que no me gusto mucho en su momento y ahora que la recuerdo me pareció un auténtico coñazo.
Pero esto no fue el principio. Tampoco me gustó Las hijas de Tara que me compré en la Feria del Libro del año pasado y que me lo terminé por respeto. Pero realmente lo que culminó esto fue cuando entré en una libreria y hojeé las primeras páginas de su nuevo libro: Alas Negras. Tuve la sensación de que estaba leyendo la misma palabrería de siempre, pero con nuevos nombres y un ambiente más exótico.
Con esto no quiere decir que Gallego sea una mala escritora, pero que no que no volverá a escribir algo parecido a Memorias de Idhún I ( el dos tradé años en terminarlo y el tres no me lo pienso leer), ni tampoco como La emperatriz de los etéreos o Dos velas para el diablo. Estos tres libros son los mejores, pero los demás podrían ser definidos como pestiños superdescriptivos.
Aún así, la escritora es joven y tiene mucha vida de escritora por delante. Ojalá sea como el vino, que con los años mejora.
Gracias de nuevo por leer este artículo.
1 comentario:
Pues para no gustarte te has leído casi todos sus libros. A mi su estilo tampoco me interesa, creo que no tiene nada nuevo que aportar, al menos por ahora. Pienso que los lectores de fantasía tienen en la británica una literatura que la supera por los cuatro costados. Aún así, no está mal reivindicarla como autora de nuestro país, en el difícil mundo de la literatura juvenil, terreno farragoso, haber conseguido tales éxitos tiene mérito.
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