viernes, 26 de febrero de 2010

SPORT

Nunca he sido muy ducho en los deportes y siempre me han interesado lo más mínimo. Todo los genes del deporte se los ha llevado mi hermano porque lo mío con el ejercicio físico es amor imposible.
El único deporte que tolero es nadar porque es el único en el que puedo hacer ejercicio mientras reflexiono o pienso.
Como bien ya supondréis la clase de educación física, tradicionalmente llamada gimnasia, no era mi fuerte. Yo era siempre de los últimos en ser elegido al hacer los equipos. No me importaba porque nunca jugaba y si lo hacía era porque venía el profesor y yo tenía que fingir que me interesaba. Lo peor era la portería porque siempre el balón me daba en la cara cuando intentaba pararla así que muchas veces me apartaba y me dejaba que me metiera gol. Llevaba gafas, es comprensible.
Entiendo que el ejercicio es sano y, como tal, es bueno que lo hagamos. Reconozco que hace tiempo que no practico un deporte con asiduidad pero no me siento mal porque procuro andar. Sin embargo hay cosas que hacer más interesantes que un deporte. Los libros, las películas y la música nos abren nuestra mente. Esto no es un deporte, pero siempre es bueno disfrutar de los estos pequeños placeres que pueden hacer mejor tu vida.

1 comentario:

Miguel dijo...

Mens sana in corpore sano. ¿El gimnasio es un deporte? Para mucha gente, sí; no obstante, no creo que lo sea. Es simplemente ejercicio. Dicha la primera frase, una cosa es preocuparnos por nuestra salud y otra bien distinta darle culto al cuerpo, entristeciéndonos de no encajar en los supuestos cánones perfectos. Hay músculos más útiles que el bíceps.