Hace unos días estaba en mi casa, aburrido. Eran las 11.oo pm y, como siempre, no había nada en televisión. Así que me dispuse a ver esta peculiar película de Woody Allen. Manhattan, se llamaba. Un título poco complicado y fresco, eso me gustaba.
Total, que empiezo a verla. El principio es un poco extraño. Alguien está intentando escribir un libro. No sabe como empezar porque, como todo el mundo sabe, el comienzo del libro es esencial.
Al ser en blanco y negro, se podían apreciar más las luces que si estuviera a todo color. Y, por tanto, Woody Allen aprovecha para ofrecer al espectador un nuevo tipo de fotografía.
La película es una historia de personajes. Cada una con una historia que contar, pero que se juntan durante todo el metraje. Intentaré relatarlo de manera sencilla: La historia trata de un tipo (Woody Allen) de 42 años que está saliendo con una chica de 17. Hace un tiempo se divorció de su segunda mujer (que era bisexual- Interpretada por una joven Meryl Streep) y le dejó por otra mujer. Un amigo suyo, que trabaja en la editorial Random House, conoce a una mujer (Diane Keaton) que se lleva muy bien con nuestro protagonista. Esta mujer hará que muchas relaciones se tamboleen.
Con el guión característico de Woody Allen, esta película se puede considerar una maravilla. Es graciosa, con unas interpretaciones geniales, una fotografía innovadora. No dejes de verla porque esté en blanco y negro. ¡Está genial!
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